martes, 5 de agosto de 2014

cómo no ser reconocido en otro país

sea donde sea, aunque más fácilmente del ecuador para el norte, los argentinos son detectables a la legua. 
primero, porque van en grupo. puede ser que se vean sólo dos, pero siempre se reúnen con otros más que los estaban esperando en algún lado. andan a los gritos, inevitablemente. pueden estar al lado, pero igual tienen que gritar. será que queremos mostrar que venimos de lejos? que somos cool por viajar tanto? 
buscan (buscamos) ofertas, y las pasan a pesos y de nuevo a la moneda del lugar, y de nuevo a pesos, y de nuevo a la moneda del lugar, porque no pueden creer que (en casi todos lados) sea más barato que acá. y, justamente, se lo gritan a todas las personas con las que viajaron, aunque estén al lado "gordooooo le llllevamos esta musculosa a maru? dos dólares gordo, podes creerlo? dos dólares, veinte pesos, dos dólares!". 
viven de mal humor. bah, en realidad no todos, pero los porteños seguro. de algo hay que quejarse, con alguien hay que enojarse. preguntar una dirección para después decir "este gil no sabe nada, es obvio" (aunque haya sido en holanda y no se entienda ni el nombre de una calle). soberbia, creernos mejor que todos, incluso cuando no sabemos ni dónde estamos. hace poco, un domingo espectacular de sol y calor en una isla increíble muy chiquita en un lugar remoto, salen dos argentos a los gritos de un restaurante donde les dijeron que tenían que esperar 20min para sentarse a la sombra "la puta que te parió, qué te pensás, que tengo dos mese' de vacaciones???? salgamos de acá laura" (sic). por suerte fue en castellano y nadie entendió. por suerte no hablé en castellano yo.  
incapacidad de adaptarse al ambiente (cero supervivencia del más apto): cómo que no hay alfajores? me están jodiendo? para eso viajé 15mil km?? qué quiero macarons si allá tengo guaymallén?? [aclaración: amo desmedidamente los alfajores, me hago cargo de ser una de estas bastante seguido] 
y, fundamentalmente, la ropa. ayyy. camperas blancas en invierno (sí, necesariamente, y si tienen alguna estampa mejor). guantes con 15 grados. gorros con pompones. botas con plataforma compradas en una liquidación de viamo. en verano zafamos un poco más, se pasa más desapercibido (salvo los anteojos de sol tipo cqc en todos los hombres). igualmente nos delata la moda argenta: últimamente sandalias de dos hebillas con plataforma, tachas tachas y más tachas, flecos, colores flúo, el pelo mitad oscuro mitad rubio (cuántas mujeres quedan sin ese desgastado en las puntas?), la combinación de mil estilos a la vez. igual, hay un estilo que es (casi) peor: en vez de el cartel "fui de compras y me puse todo" pegado en la frente, el cartel "soy turista". el outfit de excursión, como si fueran a escalar el everest, para caminar desde central park hasta times square. pantalones desmontables que se hacen bermuda beiges o calzas que sí o sí digan "nike" bien grande, medias necesariamente a la vista, zapatillas megadeportivas, buzos tipo polar (un sweater de zara no gracias), mochila llena de bolsillos para toda clase de dispositivos de supervivencia (vacíos obvio, por qué llevarías una cantimplora si vas a tomarte un subte), o, en su defecto, riñonera (#lloro). 


igual, cada vez que uno está en la otra punta del mundo, una mini mini sonrisa interna aparece al escuchar un "che boludo".


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Persona 1

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